viernes, 19 de febrero de 2016
sábado, 6 de febrero de 2016
Luzbel y Miguel
Hay estaba él, sentado en la mesa del fondo, con las manos en la cabeza viendo como su café se enfriaba, no tenía ganas de seguir, no podía, no encontraba el camino que debía tomar. Cuando estaba por dejar el dinero de su cafe aún sin haber tomado un solo sorbo. Sono su celular era su viejo amigo Luzbel que le preguntaba donde estaba. Raúl le dio la dirección y el nombre de la cafetería. No tardo mas de 10 minutos en llegar. Dos señores de entrada edad, uno era delgado de barba abundante blanca como la nieve y su cabello estaba perfectamente peinado, siempre de traje completo y baston, hacía que se diferenciará del resto, venía acompañado por otro señor de gran corpulencia de jeans y playera blanca, su cabello largo le llegaba casi al hombro contrastaba totalmente con Luzbel.
- ¿Cómo estas amigo? - Se levanto Raúl para saludarlo.
- Muy bien, andado... andando - le respondió Luzbel estrechandio la mano de su viejo aprendiz. - mira, te presento a Miguel es un muy viejo amigo y enemigo mio - quien se movio un poco para que Miguel saludará a Raúl.
- Mucho gusto - respondió él.
- Hace años que Luzbel, me ha hablado de ti y de lo que has pasado - Miguel, sin dudarlo le dio un abrazo. Ese abrazo fue un choque de energía para Raúl, en un solo segundo sintió una vibra distinta era como encontrar una paz, pudo sentirse en confianza y pleno.
- ¿Que tienes Raúl? - pregunto Luzbel, mientras los tres se acomodaban en la mesa.
- No sé que hacer... No encuentro un camino hacía donde ir... ¡Me he perdido! - dijo Raúl, sin importarle que estuviera ahí una nueva persona que acababa de conocer.
Con un moviento de manos, Miguel cayo a Luzbel que estaba por decir algo.
- Creo que entre las cosas que te impiden actuar es el miedo de fracasar y sabemos que ya has fallado y por eso no vas a querer fracasar de nuevo... esa es la decepción - Lo decía Miguel en un tono tan suave que Raúl escucho cada palabra.
- Muchos de nosotros no actuamos porque buscamos la aprobación de los demás - dijo Luzbel, señalando a su amigo y a él - Otros... - volteando a ver a los demás comensales que estaban en la cafetería - quieren gustarle a todo el mundo, quieren ser aceptados por todos y se conforman con menos de lo que realmente merecen, pero no se sienten bien por ello... - haciendo una mueca de burla y tolerancia - pero de alguna forma hacen que funcione en sus mentes... Van a inventar algún tipo de excusa para hacerlo creer que esta bien. La mayoria de la gente le gusta sentirse que son los reyes dentro del área de su zona de confort - señalando indiscretamente a un hombre que se pavoneaba con una dama - Solo quieren hacer esas cosas que saben hacer bien. Así que hay muchas razones por las cuales no actuamos - finalizó Luzbel.
- La otra cosa Raúl que nos afecta, es que, no queremos asumir la responsabilidad personal, queremos que alguien más la asuma por nosotros y eso es imposible. Y cuando vas por la vida así... algo de la maravilla del hombre muere y es en este justo momento cuando deben preguntarse ¿Qué es lo que realmente absolutamente verdaderamente quieren? - estiro su mano para tocar la del aquel discipulo de su amigo - No esperes que las cosas sean justas, no esperes a que las cosas sean perfectas, no esperes la situación ideal... porque jamás sucederá. - soltándolo y poniendose comodo en su silla - ¡Hoy tienes la oportunidad niño! Podrías no estar aquí el próximo año, podrías no escuchar nuestras voces el próximo año, este es el único momento que tienes y vas a encontrar cosas increíbles cuando te decidas a actuar, cuando decidas controlar tu vida - interrumpiendo de golpe a su amigo Luzbel prosiguió - Pero te advierto tonto... Será doloroso, será incomodo y ahí es donde vas a crecer, nunca vas a estar satisfecho porque siempre podrás crecer, mientras inviertas esfuerzo y tiempo en ti. Y esa es la mayor capacidad que los hombres tienen ¡y no lo ven! - decía molesto Luzbel.
- Ver un perro, puede ser otra cosa que un perro, un árbol es mas que un simple árbol, Él - dijo Miguel señalando y mirando hacía arriba - le dio al hombre un potencial ilimitado, puedes esforzarte, concentrarte en ti y en tu crecimiento, puedes transformar tu vida dondequieras que estes en este momento. Mira a tu alrededor simplemente - pregunto a Raúl.
- Mucha gente va a dejar el universo sin dejar rastro, nadie sabrá que estuvieron aquí. ¿Qué dejarás tú cuando hayas partido? ¿Qué será diferente? - pregunto Luzbel, sus ojos verdes mostraban coraje de ver a su discípulo en esa situación - Escucha... Todavía hay una pequeña voz dentro de ti. No trates de hacer todo de forma lógica, hay muchas cosas en la vida que desafían la lógica, hay cosas increíbles para ti allá afuera. ¡Y tienen tu nombre!. Raúl, nadie podrá conseguirlas por ti. Porque está tu nombre en ellas... Los demás no pueden recibirlas, tienes que ir a buscarlas tú, así que debes saber que sea lo que sea que estes buscando, eso también te está buscando a ti. - Luzbel se mostraba impaciente y molesto pero Miguel era todo lo contrario, veía la indecisión y momento de flacidez de Raúl como una oportunidad para que creciera.
- No te preocupes, no huyas asustado, no creas que alguien tomará tus sueños por ti. Tienes que decir si... ¡Si a mis sueños!... si, si puedo... No necesitas que nadie apruebe tu sueño, la vida te lo regalo. Si ellos no pueden verlo es que porque no se les otorgo a ellos, el universo te lo ha dado a ti.- sonriendo lo decía, como si Miguel ya hubiera visto algo.
- Y persiguiendo ese sueño vas a ser arrojado al suelo, una y otra y otra vez, te golpearan Raúl, te humillarán, no creerán ti y se burlarán, pero cuando tengas esa determinación y sabes que estás haciendo lo correcto. Tu vida te será fácil, tu vida tendrá un significado especial y mucho poder. Me niego a verte rendido, te obligo que salgas y tomes lo que te mereces, debes ser implacable, no importa cuantos "NO" recibas en tu cara... no importa cuantos fracasos encuentres, no importa cuantos errores vayas a soportar, no me importan tus derrotas, no importa lo que hayas hecho el día de ayer. debes levantarte Raúl - alterado y viendo que comenzaban a llamar la atención paro y de una seña invito a su amigo a retirarse, Miguel y Luzbel se despidieron de Raúl.
Sin dejarlo decir una palabra, ambos salieron...
miércoles, 3 de febrero de 2016
Sen... ((EN PROCESO))
La vio pasar por la acera, ella siempre desprendía un aura de alegría y entusiamo. De la mano de su actual pareja y conversando mientras caminaba, paso a su costado. El aroma de su perfume lo remontó a aquellas epocas donde él era el que la tenía de la mano. Supongo que ella también lo había visto o presentido porque al pasar unos metros, voltearon a verse, sacando una pequeña sonrisa. Era una sonrisa de despedida, de que con solo verse unos segundos sabían que cada quien viajaría por nuevos caminos y tal vez jamás volverían a encontrarse. Él se acomodó el abrigo por el viento que hacía y ella se junto mas su pareja.
Raúl estaba destinado a una vida solitaria, exitosa si, pero realmente solitaria. Desde que él se alejo de Sen en el momento en que mas unidos estaban. Ella no lo pudo perdonar por bastante tiempo y él no entendía el porque había tomado esa decisión, simplemente le nació que no podía protegerla todo el tiempo y terminaría lastimándola. No era una escusa para dejarla, pero la vida de él, estaba destinada a otra cosa y Sen buscaba una estabilidad que jamás encontraría con Raúl.
- Buenos días amor - venía ella con una taza de cafe - tal como te gusta - dejando la taza en su buró y regálandole el primer beso del día.
- Buenos días corazón - respondió él después de sentir sus labios en su piel - gracias, ya en un momento me levanto - acomodándose en la cama, vio aquella mujer delgada, cabello negro y sus largas piernas, salir de la habitación. Solo vestida con una camisa rosa que él había usado el día anterior.
- ¡Apurate! - gritaba desde la ducha - Hoy tenemos el desayuno con Vanessa y Julian - aventando la camisa que portaba a la habitación.
Raúl tomo la taza y le sorbio, el café estaba perfecto para él. Con gran esfuerzo se levanto de la cama y fue a darle de comer a Zeus y Sansón, regresando a la habitación, se percato que el departameto estaba muy silencioso y puso I got some help I don't need. Desnudándose, entro a la ducha.
- Eso es tan tú - dijo ella mientras le hacía un espacio en la ducha.
- Si, lo sé - respondió viendo el cuerpo mojado de aquella mujer y como con delicadeza quitaba el poco shampoo que tenía su cabello - ayudame, tallame la espalda - decía mientras se contoneaba al ritmo de BB King.
Tomando un poco de jabón en la esponja comenzó a tallar su delgada espalda, bajaba por su cintura y se detenia justo por encima de sus piernas, con la esponja recorria su vientre...
- Listo, vas tú - volteando a verlo, levantándose un poco para darle un beso, abrazándose con ambos brazos de su cuello - me gusta esto - suspiro, mientras se daban vuelta para que él quedará debajo de la ducha.
La música continuaba y ellos no tenían prisa en salir, ya tenían tiempo que solo dejaban caer el agua sobre sus cuerpos, hasta que una llamada al celular de ella, los hizo volver a la realidad. lo hubiera dejado sonar sino fuera que la insistencia fue notoria, obligándola a salir de la ducha, tomando una toalla salió a buscar su celular.
- ¡Hola Vane!... si... estamos saliendo... - respondía, mientras, corría a su armario para cambiarse. El departamento de Raúl era bastane grande, por lo que él tenía su vestidor y ella el propio. Él saliendo de la ducha se dirigió a la cocina a tomar un vaso de jugo y se fue a su vestidor. No tardaron mucho en arreglarse y en salir.
La música continuaba y ellos no tenían prisa en salir, ya tenían tiempo que solo dejaban caer el agua sobre sus cuerpos, hasta que una llamada al celular de ella, los hizo volver a la realidad. lo hubiera dejado sonar sino fuera que la insistencia fue notoria, obligándola a salir de la ducha, tomando una toalla salió a buscar su celular.
- ¡Hola Vane!... si... estamos saliendo... - respondía, mientras, corría a su armario para cambiarse. El departamento de Raúl era bastane grande, por lo que él tenía su vestidor y ella el propio. Él saliendo de la ducha se dirigió a la cocina a tomar un vaso de jugo y se fue a su vestidor. No tardaron mucho en arreglarse y en salir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)